Morbo Apache: cómo está la relación de Tevez con Boca y Riquelme, y su objetivo con Talleres :: Olé

El morbo se cruza en el camino de Boca. El atractivo de lo prohibido, una cualidad seductora y un encanto para un partido que sin él sería definitorio pero uno más. La presencia de Carlitos Tevez en el banco de Talleres, el rival de octavos de final del Torneo Clausura, lo es todo en este cruce. Y lo vuelve atractivamente peligroso. Por la historia en común, por los roces y el conflicto tras su salida. Algunas sonrisas. Las miradas de ese palco presidencial al terreno de juego, al banco de suplentes visitante. Miradas que difícilmente se crucen.

De Carlos Martínez a Carlos Tevez. La máxima promesa de la cantera cuando la cantera no se llamaba Boca Predio. La foto como alcanzapelotas con Juan Román Riquelme. El debut un día de la madre de 2001. La Copa Libertadores en alto apenas dos años después. Y también la Intercontinental. El recorrido por los mejores clubes del mundo y la vuelta en plenitud, a días de haber jugado con Juventus la final de la Champions. Más títulos. La deuda internacional. La partida a China. La nueva vuelta y los nuevos títulos. “Ex jugador”, le trató el Patrón Bermúdez. El desgaste. Y la despedida abrupta a mediados de 2021.

La decisión de irse a China rompió parte de su amor incondicional con el hincha. También, la cordialidad con Riquelme, cuando desde el otro lado del mundo finalmente dijo lo que se sospechaba: las críticas desde afuera del diez hacia el equipo no se las fumaba nadie puertas adentro.

La foto final de Carlitos y Román, abrazados en los pasillos de la Bombonera, fue una falsa pintura de la realidad. No tardó en salir a la luz la mugre escondida bajo la alfombra. Escondida desde la primera vez que el Apache disparó contra el otro ídolo desde China hasta el final de la convivencia. “No veo bien al club”, “no estoy de acuerdo con la manera de manejarse” y otros palos destinados a la dirigencia aparecieron en los últimos años.

Es político también el distanciamiento. Ideológico. Entre la ligazón de uno con Mauricio Macri y el enfrentamiento del otro. El coqueteo de Tevez previo a las elecciones de 2023, como posible candidato opositor, también expuso sus posturas. “Si se presenta, le ganamos 85 a 15”, chicaneó JR.

Desde su retiro, el Apache volvió por primera vez en 2022 como entrenador de Rosario Central. En La Boca lo recibieron pasacalles de bienvenida. En la Bombonera, Chicho Serna le dio una camiseta enmarcada. Desde las tribunas volvió a sonar el “Olé, olé, olé / Tevez, Tevez”. Y en el campo, todavía quedaban muchos de sus compañeros, con los que se abrazó en la previa. “Es una sensación que no se puede explicar, fue muy rara. Es el club de mis amores. La sensación de querer ganarle es totalmente distinta. Son emociones encontradas”, dijo tras el empate 0-0 contra el Boca de Hugo Ibarra en la fecha 14 de la Liga Profesional.

“Esperaba el reconocimiento, porque el cariño lo vivo día a día en la calle con la gente. Fue una emoción muy grande volver a ser ovacionado en la Bombonera. Yo no juego más y siguen coreando mi nombre como si hubiera jugado. Es un sentimiento que no experimenté como jugador, porque nunca enfrenté a Boca. Esto como técnico, es una sensación sea, una sensación fea“, agregó.

No regresó más a la Bombonera. No le tocó como DT de Independiente y tampoco de Talleres, al que agarró complicado con el descenso y lo salvó en la penúltima fecha tras lograr dos triunfos seguidos. Algo que la T no conseguía desde noviembre de 2024. “Seguimos enfocados, seguimos siendo un equipo que está levantando y verá hasta dónde puede luchar. El objetivo era salvarnos, fue un año muy muy duro. Después, todo bienvenido sea. Ahora trazaremos nuevos objetivos”, dijo Carlitos tras ganarle a Platense. Este fin de semana, después del empate con Instituto, suspendió la conferencia sin un motivo claro. ¿Se sentía mal? ¿No le gustó el equipo? ¿O se venía Boca?

Su Boca de toda la vida que lo volverá a recibir el domingo. El camino será especial. El ingreso a la Bombonera, los pasillos, algunas caras conocidas, el vestuario visitante y la salida al terreno para cruzar el campo hasta el banco de suplentes. Desde las tribunas lo reconocerán. Volverán a corear su nombre. Y él se volverá a emocionar. En una jornada con mucho morbo. Morbo Apache.